miércoles, 29 de junio de 2011

PASEOS NOCTURNOS

Caminos que se dejan intuir. Senderos sin huellas ni señales de otros pies. Se abren seductores, se muestran sin pudor. Ante la mirada absorta del que debe decidir recorrerlos. El miedo paraliza, más la agonía de una existencia ya pasada, promueve el movimiento.
En ese delicado equilibrio se menea el destino, sonriente, desafiante, sugerente. Sabe que algún camino deberá ser recorrido, o vendrá a buscar los huesos del caminante indeciso.
El indeciso, agoniza entre sus propias dudas. `` Cobarde’’, se repite para si. Condenándose a si mismo al propio desprecio, al merecido destierro de sus ilusiones. Es en ese momento , cuando observa a sus ilusiones partir sin él, rumbo quien sabe a donde , que se juramenta: ‘’Finalmente he de encontrar mi camino, el debido. Distante de prejuicios, alejado de deberes y alegatos’’ . Así decidido pero sin prisa se entrega los brazos de la noche. Cierra sus ojos, se deja llevar por una mágica somnolencia. Como si fuera un ser etéreo, sin materia , solo alma, vuela sin límites a través de pieles y corazones.
Observa lo hecho y sus consecuencias. Ve hijos, amigos, rastros sensibles que escapan a la vida cotidiana, pero que indelebles y perennes se mantienen, más alla de sus propias debilidades, de sus más íntimas imperfecciones. Descubre gestos no entregados, descubre amores no correspondidos, descubre daños a quien no hubiese querido dañar, descubre corazones que brillan por su impronta, por su propia mano . Una increíble sucesión de logros y cimas escaladas, desconocida por él . También detestables olvidos imperdonables pecados de orgullo y de pereza. La misma mano que acaricia , deja también heridas sin cura.
Todo eso , y mucho más descubre en ese mágico vuelo, o quizás solo un sueño. Toma conciencia que no hay peor vida que la no vivida. Que no hay nada más detestable que una vida en sueño convertida, por la cobardía de no negarse al vacío. El vacio de vivir sin un amor certero, un amor desprovisto de miserables mismidades. ‘’Existe o solo lo imagino…’’ se pregunta confundido. ``Estoy soñando’’, se repite intentando con esa frase recuperar la conciencia. Despertar. La sombras siguen acunando sus ensoñaciones. Sus delirios sin forma ni sentido. Cuando ellas se disipan presurosas buscando las rendijas , pequeños escondites que las proteja de la luz del sol y las estrellas . El hombre comprueba que no es un sueño por que aún vive , aún sonríe esperando un beso o un abrazo. Y decide en ese instante recorrer su camino, el indicado. Y cada paso emprendido sigue un rumbo definido. Rumbo a la conquista de su vida.

J.J.Z. Marzo 2011