lunes, 29 de febrero de 2016

VIDA

Vivo  y sueño. Sueño  y  muero. 
Asi  la  paradoja  del  poeta 
se  reitera  cotidiana.
Agrieta  su  piel,  apaga su  aliento.
Da alas  a su alma, que  vuela lejos.
Liberados  los  demonios  mudos
que  murmuran  sus  maldiciones.
Negados  de  su eco  aun  ya  liberados,
acosan  con   aullidos  mudos.
Toda  una  vida   aun por  recorrer
Toda una  vida  recorrida
Y la  temible  nube  de certezas  derrotadas.
Acaso   encontrare  tus huellas.
Acaso  encontraras las  que mis pasos dejan.
Vida mía, solo mía…



J.J.Z. Noviembre 2012.

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